jueves, 12 de septiembre de 2013


LOS JUGUETES


Los juguetes contribuyen al desarrollo integral del niño en todas las áreas de la personalidad: intelectual, física, social y afectiva. Ellos son un excelente recurso para iniciar o consolidar aprendizajes. Por eso es importante analizar la relación entre “los juguetes y el sexismo”.
Muchas veces la publicidad de juguetes fomenta el continuar con el rol tradicional de la mujer y del hombre.

Los juguetes son herramientas importantes en la vida de los niños pues a través de ellos tienen la posibilidad de moverse, curiosear, manipular, experimentar, crear, de relacionarse y de intercambiar acciones, vivencias y sentimientos. Los juguetes facilitan la integración de los infantes en el entorno social. Razón por la cual hay que buscar el juguete adecuado y estar muy conscientes del papel que tendrá en el desarrollo del niño.
En general a las niñas se les regala juguetes domésticos tales como cocinas, set de limpieza, casa de muñecas, etc. Y a los niños se les regalan juguetes más variados como autitos, pelotas, juegos de construcción, pistas para autos y trenes, potenciando su capacidad cognitiva más que a las niñas.

Desde que se le compra el primer juguete al niño/a se está estableciendo la discriminación de género, fomentando y orientando a la niña a las actividades domésticas y asistenciales; y al niño a las actividades profesionales y fuera de casa.

Pareciera ser que es una cuestión de los adultos que existan, juguetes para "niños" y juguetes para "niñas". Es hora de que los adultos tomen conciencia de que los juguetes no tienen sexo, que son los adultos quienes los marcamos con estereotipos sexistas.
El juego es libre y espontáneo y así hemos de comprenderlo.

Los juguetes deben ser estimulantes y variados, y los adultos deben proporcionar los que aporten valores positivos, sin olvidar que cuando el niño juega reproduce e imita situaciones o historias vividas, esto significa que los adultos que están a cargo de un niño/a deben ser modelos no sexistas, es decir que tanto el hombre como la mujer, que el niño tienen como referentes realicen labores domésticas como profesionales, ya que esto es lo que los niños van a reproducir en sus juegos

Nuestra sociedad está en un proceso de cambio, y el estereotipo sexual de los juguetes representan la sociedad de décadas pasadas, la de la familia patriarcal, pero no la de ahora, ya que hoy es muy raro que la mujer esté en su casa y no tenga una ocupación profesional, al igual que es muy frecuente ver a los hombres cambiar pañales o dar de comer a su hijo.

Entonces por qué hay adultos que se empeñan tanto en continuar educando a su hijo bajo el mandato tradicional del rol de la mujer y el hombre. Muchas veces ésta educación se hace de forma automática, siguiendo los mandatos culturales.

Es importante reflexionar y fomentar en los niños/as una educación no sexista, ofrecerles a través de los juguetes las mismas posibilidades de desarrollarse plenamente como seres íntegros e independientes capaces de insertarse en la sociedad como personas competentes.


¿Qué pasa cuando un niño/a quieren jugar con los juegos que tradicionalmente “no les corresponde”?

Los juguetes además de responder a las posibilidades motoras y cognitivas de los niños para interactuar con el juguete que se le ofrece, deben responder a sus intereses No se trata de imponer un juguete o de prohibirlo, lo importante es ofrecerles nuevos patrones y modelos de relación entre géneros, ya que el problema radica en considerar espontáneo o innato a algo que es aprendido.

En los juegos de dramatización (casita, maestra, doctor, etc), los niños asumen roles que observan de los adultos, es así como asumen los roles vividos en sus casas; en el colegio, en la calle y los reproducen fielmente. Del mismo modo interiorizan la valoración que estos roles adquieren en la sociedad. La idea no es que el niño juegue con muñecas y la niña con autos, para superar el estereotipo tradicional, sino que se trata de que los niños/as usen indistintamente éstos juguetes y que el docente o el adulto les haga ver las distintas posibilidades de interactuar con ellos.


¿Y los juguetes didácticos
La mejor alternativa para evitar la discriminación en los juegos y juguetes serán los juguetes didácticos, pero esto no significa, bajo ninguna circunstancia que se privará a los niños de las tradicionales muñecas o autos. La idea será que la mayor cantidad de juguetes sean didácticos.El adulto deberá encontrar junto al niño el equilibrio necesario entre los distintos juguetes que el mercado ofrece.

Los juguetes didácticos los ayuda a crecer más independientes.

Los padres



Los padres encuentran hoy más difícil la tarea de la educación de sus hijos. Durante los años de la escolaridad obligatoria, comparten esta responsabilidad con la escuela y con los maestros.

Los cambios de la sociedad, que afectan tan profundamente a las familias y a la escuela, también inciden en el modo de concebir y llevar a cabo la educación de los hijos.
Dentro de las instituciones educativas, los cambios tienen que ver también con la incorporación de c ontenidos y saberes que son requeridos por las nuevas formas de organización económica y social y por la llamada revolución tecnológica en la nueva sociedad del conocimiento.

Por otra parte, solo una escuela abierta a la diversidad de los alumnos y al fenómeno de la pluriculturalidad, puede cumplir con las necesidades educativas de la sociedad actual.
La educación escolar debe, entonces, atender las diferencias y dificultades que se producen en el proceso de aprendizaje y debe ser capaz de generar estrategias y ayudas para que el proceso de apropiación de los contenidosculturales curriculares sea eficaz.
No todos los alumnos pueden lograr al mismo tiempo y de la misma manera los aprendizajes esperados. Solo una profunda comprensión de estas diferencias permitirá una actividad pedagógica eficaz. Así se podrá lograr la calidadde la educación, el respeto de la equidad y una promoción de igualdad de oportunidades educativas.


Los docentes, durante el proceso de su formación y con la capacitación docente continua, reciben las orientaciones básicas para el cumplimiento de su función. En la práctica pedagógica cotidiana, en las instituciones educativas se han creado equipos de ayuda y orientación, compuestos por profesionales de la psicología educacional y de la psicopedagogía. Estos equipos deben ofrecer ayuda también a los padres de los alumnos.

Desde la década del 70, en Argentina se crearon Departamentos de Psicología Educacional y Equipos de Orientación Escolar, el campo de acción abarca desde el nivel inicial pasando por el nivel primario y medio.

Recién en la década del 90 se incorporaron gradualmente servicios de orientación al ingresante a carreras terciarias y tutorías para los alumnos que presentan dificultades en el aprendizaje.
La función principal del Servicio es favorecer, con los aportes de la psicología educacional y de la psicopedagogía, el pensar críticamente y apoyar la creatividad en el proceso de aprendizaje de los alumnos.

Esta función se cumple, además del trabajo específico con docentes y alumnos, con los padres, en general, bajo la modalidad de entrevistas concertadas. El diálogo entre las familias y los profesionales tiene una triple finalidad:
En primer lugar, colaborar con la prevención de las dificultades:
Esto se puede lograr siempre que se intercambie informaciones sobre características, situaciones y dificultades de los alumnos, incluyendo los aportes de la psicología y de la psicopedagogía.

También es importante favorecer la articulación entre los estilos de conducción familiar y la escolar, reflexionando sobre el impacto de los cambios en los padres, tales como el incremento de actividades fuera del hogar, limitación del tiempo de estar con los hijos, dificultades de estabilidad familiar, nivel de integración de la familia con otras familias del colegio, inseguridad sobre la forma de acompañar las tareas y el aprendizaje escolar, puesta de límites y sanciones, formas de incentivación, etc.)
En segundo lugar, tratar de lograr la detección precoz de problernas de aprendizaje y/o conducta: acordando la necesidad de una evaluación colectiva en el aula y/o en forma individual; para ello es indispensable comunicar a los padres los resultados de esta evaluación; sugiriendo cuando sea necesario una interconsulta a otros profesionales (médicos, neurólogos, fonoaudiólogos, psicomotricistas, psiquiatras, etc.)
Se considera necesario que los padres participen de entrevistas evaluativas conjuntas con docentes, directivos y personal psicopedagógico.


En tercer lugar, lograr la búsqueda de recursos para resolver las dificultades orientando a alternativas de conducción familiar o de los docentes que parecen más favorables o productivas, especialmente en lo que se refiere a hábitos de vida, de estudio y de convivencia; asesorando en la articulación de niveles el pase a primaria, el pase de ciclos, y el pase a secundaria; apoyando los proceso de adaptación e integración social de alumnos nuevos y de cualquier alumno que tenga una necesidad al respecto.



Actitudes Desafiantes

A pesar de que no es muy frecuente de vez en cuando nos encontramos con niñ@s o adolescentes con un perfil desafiante. Est@s acostumbran a presentar un perfil muy particular que dificulta el manejo de su conducta en casa y en la escuela, suelen ser niñ@s o adolescentes con una buen desarrollo intelectual pero que tienen una importante necesidad de sentir que tienen el control de la situación, a veces se plantean como un reto poder controlar la situación ante la persona que tienen en frente o en otras precisan que se les preste un grado de atención muy elevado, ya sea por parte del adulto como por parte de sus compañer@s.

Aquí les planteo una serie de recomendaciones que considero pueden resultar muy provechosas:
  • Proponerle retos, llevarlo a nuestro terreno
  • El manejo de su conducta resultará más sencillo si lo tenemos de nuestra parte, resulta importante motivarlo proponiéndole metas que pueda alcanzar y le resulten atractivas.
  • Asimismo le podemos dar cierta responsabilidad en algunos aspectos del aula, lo que le dará cierta relevancia y desplazará sus necesidades de atención
  • Enfrente de conductas desafiantes claras, es decir, cuando el alumno está buscando nuestra atención con una conducta que sabe que es incorrecta, pero está buscando el contacto ocular con nosotros, podemos actuar de dos maneras:
    • Haciendo caso omiso a su conducta y sólo actuando en el caso de que infrinja realmente la norma.
    • Proponiéndole una tarea que le pueda resultar estimulante (no se puede hacer siempre de esta manera, ya que el alumno lo puede interpretar como un refuerzo positivo a la conducta desafiante), desviando de este modo su atención y retomando nosotr@s el control de la situación.
  • Dedicarle tiempo para reflexionar sobre su conducta
  • Clarificarle mucho las normas y límites
  • Establecer mecanismos de control de la conducta, como por ejemplo, parrillas de valoración de su conducta
  • En el caso de que tengamos que utilizar algún tipo de castigo es necesario que estos sean cortos y no impliquen el contacto emocional con el adulto.
  • No ceder en la normativa
  • El alumno nunca debe percibir que perdemos el control de la situación, es importante llevar siempre la voz cantante y procurar no subir de tono.
El alumno nunca debe percibir que perdemos el control de la situación, es importante llevar siempre la voz cantante y procurar no subir de tono.


NIÑOS INATENTOS





Dentro del Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA-H) existen tres subtipos que se diferencian por los síntomas más característicos de cada uno de ellos:
- El trastorno por déficit de atención con hiperactividad de tipo combinado, en éste grupo están los niños que muestran ambos síntomas de forma clara, tanto los problemas de atención como el excesivo movimiento.
- El trastorno por déficit de atención con hiperactividad con predominio del déficit de atención.
- El trastorno por déficit de atención con hiperactividad con predominio hiperactivo-impulsivo.

Con esta clasificación se sigue funcionando para poder dar un diagnóstico y un tratamiento adecuados a los niños que sufren de TDA-H. Sin embargo, hace ya algún tiempo que tanto padres como profesionales, creen en la necesidad de cambiar los términos para dar cabida a niños que no encajan en ninguno de los subtipos acordados para el TDA-H.


Son niños que no se mueven en exceso, muchas veces se trata de todo lo contrario, pues son poco activos y lentos. Pueden pasarse largos ratos sentados tranquilamente realizando sus actividades favoritas y no tienen problemas para terminar algunas de sus tareas. No son impulsivos, pero sí despistados y distraídos. En general todo lo hacen con lentitud, incluso el responder en clase.

Son mejor aceptados por sus iguales que los niños típicamente hiperactivos pues no son conflictivos normalmente. Pueden, sin embargo también mostrar dificultades a la hora de relacionarse y hacer amigos. Muestran torpeza en su autonomía y retrasos en el aprendizaje de la lectura, la escritura y las matemáticas por lo que pueden llegar a sufrir fracaso escolar.

La diferencia de estos niños inatentos con los niños hiperactivos con predominio de déficit de atención está en sus problemas atencionales principalmente. Los niños con TDA-H tienen dificultades para sostener su atención, pueden centrarla pero no pueden mantenerla durante el tiempo necesario para poder realizar sus tareas escolares con éxito. Esto se une a su impulsividad, a su movimiento descontrolado y a su carácter normalmente conflictivo. Los niños inatentos pueden mantener su atención durante largos períodos de tiempo, lo cual es favorecido por su falta de impulsividad y movimiento, pues como se ha dicho, son lentos y poco activos. Su problema atencional no se refiere a la cantidad de su atención (en cuanto al tiempo que pueden mantenerla), sino a la calidad de la misma. Lo que les impide rendir óptimamente en la escuela es su incapacidad de focalizar su atención, de poder ver los detalles importantes y dejar de lado los supérfluos.

Son niños que se les ve a menudo absortos y distraídos, o apáticos y poco interesados. Tardan más que sus compañeros en comprender las explicaciones de los profesores y les cuesta organizar su atención de modo que puedan saber qué pasos han de dar para realizar sus tareas con eficacia.

El hecho que primero llamó la atención sobre la diferencia entre niños inatentos y niños con TDA-H, fue su diferente respuesta a la medicación que habitualmente se administra a los niños con este trastorno. Los niños hiperactivos se calman y consiguen mantener su atención con psicoestimulantes (metilfenidato). Los niños inatentos, sin embargo, no mejoran con este tipo de fármacos. Aún no existen suficientes estudios para saber con certeza si el nuevo medicamento recetado a niños con TDA-H (atomoxetina) y que, en lugar de ser un psicoestimulante es un antidepresivo, resulta efectivo en los niños inatentos.

Por estas razones, el único tratamiento oficialmente aceptado como beneficioso en niños inatentos es el trabajo cognitivo realizado por psicopedagogos que entrenan al niño para trabajar con su atención de forma más efectiva.

El TDA-H es un trastorno 3 ó 4 veces más común en niños que en niñas. Pero esto no parece ser así en el caso de los inatentos, donde se ven muchas más niñas que en el grupo de los hiperactivos. Todavía no existen datos suficientes para conocer los porcentajes de niñas inatentas con respecto a los niños.

Lo que sí que es un dato a tener en cuenta es el porcentaje de niños inatentos que se estima existen entre la población infantil. Los hiperactivos representan un 3% de nuestros niños. ¡Los niños inatentos un 13%!. Esto supone que si hay posibilidades de tener uno o ningún hiperactivo en cada aula de 25 niños, es posible llegar a contar con 2 ó 3 niños inatentos por aula… Una proporción realmente alarmante y que los educadores no debemos olvidar…


“CAMBIA…TODO CAMBIA…”

Adolescencia, momento de la vida donde se pueden sentir tormentos y fuertes emociones así como frecuentes enfrentamientos entre las generaciones jóvenes y la de los adultos.
Los cambios físicos aparecen a partir de los diez u once años en las mujeres y un poco después en los varones. Debido a la velocidad de la transformación del cuerpo, muchos adolescentes están preocupados por su apariencia y necesitan ser tranquilizados. Todo este crecimiento, utiliza gran cantidad de energía, lo cuál podría tener que ver con la necesidad que tienen de dormir más. El levantarse tarde de los adolescentes irrita a los padres pero no es producto de la pereza de sus hijos, sino de causas hormonales y físicas.
Es importante tener en cuenta que cada sujeto se desarrolla a un ritmo diferente.
Además del rápido desarrollo físico, se producen grandes cambios emocionales que aunque son positivos, a veces pueden ser confusos e incómodos para los adultos y para el propio sujeto.
Para construir una nueva forma de ser en el mundo… los adolescentes deben salir de sus casas. El grupo de amigos es lo más importante en este momento de la vida, y es el lugar donde ellos van a construir su nueva subjetividad. Los padres se hacen menos imprescindibles. Los jóvenes pasan mucho tiempo hablando por teléfono, al frente de la computadora, escuchando música o fuera de casa, lo que irrita a los padres y produce conflictos.
Los conflictos y discusiones, aunque sean frecuentes, no tienen que ver con la personalidad de los padres ni con el que ellos. No es que no nos aprecien o no nos quieran más, sino que está relacionado con la necesidad de los adolescentes de independizarse y construir su propio proyecto de vida.
A la vez que se esfuerzan por ser más independientes, intentan nuevos caminos; pero si se enfrentan con dificultades, suelen enfurecerse, estar mal humorados y perder la confianza en sí mismo; lo que los lleva a refugiarse en sus familias.

Los problemas más frecuentes que pueden atravesar los adolescentes son:

Problemas emocionales
Que adolescente no se ha sentido tan triste que ha llorado y deseado alejarse de todo y de todos; pensando que lo vida no merece la pena vivirla. Estos sentimientos pueden dar lugar a un estado depresivo que puede esconderse bajo excesos alimenticios, problemas para dormir y preocupaciones excesivas sobre su apariencia física. También pueden expresarse estos trastornos en forma de miedos o ataques de pánico.

Problemas de conducta:
Por un lado los adolescentes desean que sus padres sean claros y les suministren límites precisos pero cuándo esto se realiza, ellos sienten que le quitan la libertad y no le permiten tomar sus propias decisiones. Se producen desacuerdos y muchas veces los padres pierden el control no sabiendo que les está pasando a sus hijos, ni donde están.
Por lo tanto, es importante que los padres pregunten y conozcan donde están sus hijos, con quién están y adonde van. Y los hijos informen a sus mayores.

Problemas escolares:
Muchas veces los adolescentes rechazan ir al colegio expresando así una dificultad en separarse de sus padres. Esto se puede expresar en forma de “dolores de cabeza” o “estómago”.
Otros de los problemas puede ser la dificultad de integración al grupo de pares o conflictos con algún alumno, puede estar siendo acosado por algún compañero. Todas estas situaciones pueden hacer que concurrir al colegio se convierta en una experiencia solitaria y amenazadora.
Otros problemas pueden estar asociados a estados depresivos, ansiosos y a la falta de confianza en sí mismos para encarar los desafíos del aprendizaje escolar y el de hacerse de amigos.
Estos problemas emocionales afectan al rendimiento escolar, pues es difícil poder concentrarse en la tarea cuando se está preocupado por uno mismo, los problemas familiares o de amistades.
Problemas sexuales:
A veces los adolescentes son tímidos y están preocupados por su físico y esto lleva a que no hagan preguntas acerca del sexo a sus mayores. En otras oportunidades pueden recibir información errónea de sus amigos y compañeros.
En otras ocasiones, puede ocurrir que sus experiencias sexuales las realicen en situaciones de riesgo de embarazos no deseados o de posibles contagios de enfermedades de transmisión sexual. El frecuentar situaciones de riesgo puede indicar problemas emocionales o reflejar una necesidad de vivir al límite.
Para prevenir dichos problemas sexuales es importante que los padres, docentes, médicos de cabecera o centros de orientación familiar, ofrezcan a nuestros jóvenes la adecuada información y orientación sexual.

Problemas de alimentación:
Pueden sufrir de anorexia o bulimia nerviosa. Con respecto a la primera enfermedad, el sujeto se niega a comer y se ve con sobrepeso aunque realmente esté muy delgado. Con respecto a la bulimia, pueden tener sobrepeso o no pero ellos canalizan sus problemas a través de la ingesta inadecuada de alimentos, esto los deprime y hace que deseen superar este estado de ánimo a través de la comida produciéndose un círculo vicioso difícil de controlar si no se los pone en tratamiento.

Problemas con el uso de alcohol, drogas y pegamento:
El alcohol es la droga que mayor frecuencia causa problemas en los adolescentes. Los padres deben estar atentos a cualquier cambio repentino y grave de conducta de sus hijos.
La mayoría de las dificultades en la adolescencia no son ni graves ni duraderas, pero el adolescente tiene que pasar por alguna de ellas para constituirse en un ser libre e independiente con un proyecto de vida.
Los padres todavía cumplen un papel importante brindando una base segura a sus hijos. Para ello tienen que ponerse de acuerdo entre sí sobre como están manejando las cosas y apoyarse el uno al otro. No hay que realizar alianzas con el hijo, contra el otro progenitor.
Los padres son los que mantienen a sus hijos, por eso ellos tienen que decidir cuáles son las reglas del juego aunque a veces puedan ser negociadas y acordadas entre padres e hijos. Dichas reglas deben ser razonables y serán menos restrictivas cuándo el adolescente se haga más responsable.
Se debe mantener un diálogo fluido y permanente con los hijos así ellos podrán acudir a nuestro encuentro cuándo lo necesiten. Para ello es preciso que se sientan escuchados, no criticados y no avasallados.
Diálogo y escucha, dos principios fundamentales para afrontar todos los cambios que se suceden en este maravilloso momento de la vida de nuestros hijos.

Trastorno de ansiedad

Trastorno de ansiedad es un término general que abarca varias formas diferentes de un tipo de enfermedad mental, caracterizada por miedo y ansiedad anormal y patológica. Los trastornos de ansiedad se clasifican en dos grupos: 
*síntomas continuos 
*síntomas episódicos. 


Los criterios diagnósticos actuales psiquiátricos reconocen una gran variedad de trastornos de ansiedad. Estudios recientes, además de haber encontrado que hasta un 18% de la población estadounidense y un 20% de la población española pueden estar afectados por uno o más de estos desórdenes, han hallado que la genética encargada en propiciar la aparición y el desarrollo de éstos es la misma que la involucrada en los trastornos depresivos y bipolares.
El término ansiedad abarca cuatro aspectos que un individuo puede experimentar: aprehensión mental, tensión física, síntomas físicos y ansiedad disociativa. Los trastornos de ansiedad en el DSM-IV se dividen principalmente en:
Trastorno de ansiedad generalizada.
Trastorno de pánico (con o sin agorafobia).
Trastorno obsesivo-compulsivo.
trastorno por estrés postraumático.
Trastorno por estrés agudo.
Fobia social.
Trastorno fóbico
Otros trastornos de ansiedad no especificados o producidos por el consumo de sustancias.
Cada uno tiene sus propias características y síntomas y requieren tratamientos diferentes.1 Las emociones presentes en los trastornos de ansiedad van desde el simple nerviosismo a episodios de terror o pánico.



miércoles, 11 de septiembre de 2013

La timidez

La timidez es un estado anímico que afecta a las relaciones personales. Se la considera una pauta de comportamiento que limita el desarrollo social de quienes lo experimentan dentro de su vida cotidiana. No es una enfermedad. 1 Quienes la experimentan de forma total, la timidez se convierte en un estado de ánimo que está ligada a la soledad, aunque por esa condición son en ciertos casos discriminados y rechazados constantemente, se distinguen porque pasan más tiempo pensando, por lo que concentran más del 10% del cerebro que usan los humanos, incluso muchos de los más grandes filosofos como Voltaire, Jean Jacques y Zenón de Elea durante toda su vida fueron timidos.


Si la timidez se experimenta de forma frecuente y promueve una alteración de la normalidad del funcionamiento del sujeto y le impide mantener relaciones sociales abiertamente, mostrar todo su potencial, tomar decisiones, decir lo que piensa y otras acciones en un entorno donde estén involucradas muchas personas.
El tratamiento puede ser diverso, y va desde el entrenamiento de autoayuda con autoobservación y fijación gradual de nuevas conductas hasta la medicación reductora de la actividad ansiogénica del sistema simpático

Tratamiento
Terapia cognitivo-conductual
La Terapia cognitivo-conductual ha probado ser altamente efectiva, pues combina la modificación de creencias o cogniciones, y la modificación dirigida a ciertas conductas. Técnicas derivadas de la Terapia Cognitiva de Beck, la Terapia Racional Emotivo-conductual de Ellis, y la Terapia de Aceptación y Compromiso, utilizan métodos entre los que destacan
Desensibilización sistemática.
Entrenamiento en relajación.
Ensayo de conductas.
Exposición forzada.
Intención paradójica.
Terapia de programación neurolingüística
La programación neurolingüística por su parte, propugna un cambio en el lenguaje, evitando generalizaciones, omisiones y distorsiones. Trabaja con el modelaje de estados de éxito y excelencia, lo cual significa encontrar en la memoria del sujeto tímido, momentos en los que utilizó recursos de expresión adecuados, y generalizarlos a otras situaciones. También se sirve la PNL de la reconstrucción de la historia personal, el reencuadre, el anclaje y la modificación de submodalidades en la mente del sujeto, no sin antes considerar si su sistema de representación es preferentemente visual, auditivo o kinestésico.
Terapia breve
Algo similar hacen los terapeutas de Terapia Breve, quienes buscan los momentos de excepción en que la persona tuvo éxito, detectan las pautas que funcionaron y acrecientan dichos momentos hasta hacerlos dominantes en la vida normal del sujeto.
Entrenamiento de habilidad social

El entrenamiento en asertividad y habilidades sociales es muy útil, especialmente cuando el consultante tiene total convicción en que desea superar las tendencias pasivas e inhibidas de la timidez y adentrarse en nuevos estilos más productivos, aunque para ello deba pasar por retos difíciles durante un tiempo. En especial cuando ya pasó mucho tiempo




LA INFELICIDAD COMO ADICCION

Hay personas que a pesar de tenerlo todo se sienten profundamente infelices. Son una especie de barril sin fondo La infelicidad muchas veces viene dada por un estilo de pensamiento rígido y automático que no da chance a flexibilidades La infelicidad en muchos aspectos de la vida es la consecuencia de culpar al pasado de situaciones del presente

No existen personas infelices, lo que ocurre es que existen pensamientos infelices que la persona no filtra y sufre por ellos No existe nada que pueda producir más infelicidad que el acto repetitivo de pensar por lo demás Es imposible ser feliz si te das cuenta de lo que careces sin tomar en cuenta lo que tienes
La infelicidad es también derivado de un estado depresivo, pero la mayoría de las veces es solo un estilo de comportamiento

La felicidad es un estado mental, por lo tanto la infelicidad también lo es. Siempre dependerá de cómo asumimos los sucesos de la vida La infelicidad es una elección. Existen sucesos que pueden derrumbarnos, si nos paramos o no, lo elegimos nosotros Muchas personas son infelices solo por el hecho de no tener que hacer en su vida. Carecen de sentido de la vida
La infelicidad siempre es una emoción que te deja en solitario No se puede ser feliz son la concurrencia de personas que nos amen. La soledad puede ser feliz, pero solo un rato
Los deseos no causan infelicidad, ni siquiera su insatisfacción, lo que causa infelicidad es la incapacidad de desear Cada vez que criticamos en vez de alabar, envidiamos en vez de felicitar, odiamos en vez de amar, labramos el camino a la infelicidad

No se puede ser feliz cuando el pesimismo es la norma de tus pensamientos
Muchas personas son infelices solo por pensar demasiado. El ocio es el padre de lo infeliz
Hay momentos que nos hacen infelices, pero una persona con adicción a la infelicidad se queda en ellos
Cuando nuestra felicidad depende de la opinión de los demás sobre nosotros, será siempre fluctuante
A veces los seres que más amamos son aquellos que nos hacen infelices. Es una terrible paradoja de la vida que debemos resolver
Ser feliz no puede ser una meta, tiene que ser un proceso Si deseas ser feliz lo primero que debes hacer es creer que puedes serlo Las frustraciones de la vida hacen que temamos albergar esperanzas. El truco esta en ver la frustración como reto y no como muerte Asumir que los demás tienen que cambiar para tu poder ser feliz es la mejor invitación a la infelicidad Salir de la adicción a la infelicidad pasa por saber que estás enfermo de ella


Descubrir nuestra misión de vida, motivarnos a realizar cosas y asumir que el ocio es veneno son ingredientes para dejar la infelicidad
Baja Autoestima

Una persona con baja autoestima suele pensar de forma negativa sobre sí misma. Pero esto es lo bueno: Que la baja autoestima se sustenta más en creencias que en hechos y las creencias sí se pueden cambiar.
Aún sin proponérselo, dichas creencias van cambiando a lo largo de la vida, dependiendo de las circunstancias y experiencias que atraviese la persona.
Causas de la baja autoestima
Cada persona sigue su propio y único camino en la vida y, a través del mismo, va formándose su autoestima. El proceso suele ser gradual. La persona puede no darse cuenta de que está formando un poso de creencias negativas sobre sí misma.En esa construcción, la naturaleza innata de la persona juega un papel, pero las experiencias que atraviesa y las personas con quienes se relaciona influyen decisivamente.
Durante los primeros años de la vida, cuando la personalidad se está formando, algunas experiencias pueden dañar la autoestima. Y la persona, que aún no ha desarrollado las armas para enfrentarse a ellas, es quizás cuando comienza a sentirse poco valiosa.

Pero, también de adulta, la persona puede vivir experiencias negativas que afecten su autoestima.
Algunas experiencias susceptibles de alimentar las creencias negativas de una persona sobre sí misma son:
·         Ser víctima de abusos (sexuales, físicos o emocionales) y la pérdida de control asociada a ellos.
·         Haber visto desatendidas sus necesidades básicas en la infancia.
·         Fracasar en cumplir con las expectativas de sus padres.
·         Sentirse el “bicho raro” de la escuela.
·         Sufrir discriminación (por discapacidad, apariencia, estatus social o cualquier otra circunstancia).
·         Verse empujado por la presión social para seguir determinadas normas.
·         Sufrir acoso o bullying laboral.
·         Padecer enfermedades que condicionen sus actividades cotidianas o impacten en su calidad de vida.
·         Sufrir por la pérdida de personas importantes de su vida.
·         Sufrir por exclusión social y soledad.
·         Afrontar el desempleo o condiciones laborales precarias.
·         Etc.

Al atravesar experiencias dolorosas como ésas, la persona puede ir formándose esa opinión negativa sobre su apariencia, su inteligencia o sus capacidades.
Y, cuando ocurre algo que le hace recordar esas experiencias vividas, adopta una actitud negativa a la hora de enfrentarse a las nuevas experiencias.
Dependiendo de qué tan intensas y arraigadas estén las creencias negativas sobre sí misma, la persona puede sentirse mal o incluso fatal (por ejemplo, a la hora de hablar en público) y quizás trate de evadir ese mal trago.
Pero lo malo de escapar de esa experiencia es que la persona tiende a re-confirmar sus creencias negativas. Se hacen más fuertes, disminuyendo así la posibilidad de superar una situación similar en el futuro.
Se construye, pues, un círculo vicioso que parece indestructible, pero no lo es. Precisamente por lo que dijimos: se sustenta en creencias que se pueden cambiar.
Consecuencias de la baja autoestima
De una u otra manera, todas las áreas de la vida quedan afectadas cuando la persona piensa tan mal sobre sí misma. Veamos algunas de las situaciones más comunes…La persona con baja autoestima puede involucrarse en relaciones personales tóxicas, destructivas, porque no se da a valer para que sea tratada con el respeto y el amor que merece.
Respecto a su vida social, puede decidir no involucrarse en muchas actividades para evitar las críticas de la gente, que suele tomarse tan a pecho.En el trabajo, puede suceder algo parecido: que evite tareas por miedo a no hacerlo perfecto o, incluso, que deje de optar a algún puesto de trabajo por no verse lo suficientemente buena para el mismo.
Por otro lado, la baja autoestima también puede desembocar en comportamientos muy negativos como, por ejemplo, las adicciones. O, en algunos casos, llevar a una persona a desarrollar una personalidad violenta, para enmascarar sus vulnerabilidades.Si en lugar de esas creencias negativas, la persona tuviese una autoestima sana, no quiere decir que no tendría problemas ni que dejaría de vivir experiencias desagradables, pero sí tendría mejores armas para afrontarlas.