viernes, 12 de julio de 2013


Psicología Inversa

Esta disciplina, pese a considerarse hija de la psicología clásica tiene sus orígenes de muy antiguo, en los albores de la humanidad. Pinturas rupestres encontradas en Europa y petroglifos de origen precolombino en América documentan las primeras aplicaciones de la psicología inversa: se representaba un peñasco para connotar una cueva y un brontosaurio para identificar al molesto piojo que atormentaba los genitales de un Cromagnon anónimo.
En teoría, cuando las personas sienten que alguien o algo les restringe su libertad, se vuelven rebeldes y esto implica que irá contra las normas establecidas. Así, sin percatarse, están restringiendo ellos mismos su abanico de posibilidades ya que solo tendrían en cuenta las decisiones y los comportamientos que sean radicalmente opuestos a la norma coercitiva. Esto sucede porque ocurre un cambio de percepción. Es decir, infavaloramos las conductas permitidas y sobrevaloramos las conductas prohibidas.



Para explicar con un ejemplo muy sencillo este efecto, bastará remontarnos a nuestra niñez y recordar cuánto nos atraían los programas prohibidos para menores. La idea básica es que cuando nos dicen que no podemos hacer o tener algo, esto despierta tres respuestas:
1. Lo deseamos aún más.
2. Nos rebelamos para defender nuestra libertad.
3. Nos sentimos irritados para con la persona que coarta nuestra libertad.

Obviamente, la Psicología Inversa funciona mejor con las personas que suelen tener problemas para aceptar la autoridad y no resulta muy eficaz con aquellos que normalmente se pliegan a las normas.
No obstante, aunque se han realizado varios estudios sobre la Psicología Inversa, lo cierto es que aún no se tienen pruebas concluyentes que puedan demostrar cuándo estos métodos son realmente eficaces. Aún así, podemos determinar algunos factores que aumentan la reactancia psicológica:

1. La expectativa de libertad: cuanto más libre se sienta la persona, más aumentará su reactancia psicológica.
2. La fuerza de la amenaza: cuanto más fuerte sea la amenaza percibida, más aumentará la reactancia psicológica.
3. La importancia que se le confiera a la libertad y la implicación con otras libertades. 
4. La legitimidad de la amenaza: si la amenaza procede de una fuente importante de autoridad, la reactancia será menor

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